Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Centro de Negocios Lotus, construido en la esquina de las calles Odesskaya y Nakhimovsky Prospect en Moscú, sirve como un acento arquitectónico a toda el área circundante. A cinco minuto a pie de la estación de metro Nakhimovsky Prospect, la esquina es el hogar de tres edificios de oficinas del siglo XXI, conectados a una planta baja compartida que alberga un centro comercial, restaurante y banco. El complejo también incluye un estacionamiento subterráneo de cuatro pisos.
Este diseño de la arquitectura se basa en la idea de que el complejo es una eficaz escultura en que la expresividad plástica se destaca por el uso de materiales de acabados modernos. El vidrio con un ligero efecto de espejo dibuja, como una armadura brillante, la dinámica fachada de arcos.
Cada edificio es de forma trapezoidal, los lados más largos son arqueados. Al igual que gigantescas aspas de hélice, los edificios giran entorno del complejo, en donde una claraboya permite la entrada de luz natural al espacio conectado, y más abajo del atrio hacia el nivel más bajo de estacionamiento.
Visto en conjunto, los edificios comprenden una composición volumétrica y espacial dinámica que en parte se asemeja a una flor entreabierta flotando en el agua. Fue esta asociación que llevó al cliente a nombrar al centro de negocios Lotus (Flor de Loto).
La expresividad única y la sensación de rotación sin fin del complejo se logra gracias a la original solución plástica, además de su curvatura en el plano horizontal, los edificios se transforman en la proyeción vertical. Los dos lados desiguales más cortos del trapecio curvilíneo de cada edificio cambian su geometría cada dos pisos. El lado más corto se hace más largo, y el más largo se hace más corto.
Como resultado, un lado del edificio se proyecta hacia adelante por encima de los pisos inferiores, y otro lado se retranquea. En la fachada, esta función escalonada acentúa los elementos de la fachada de 1,35 metros de ancho instalados en ángulos. Bandas de vidrio crean una innovadora estructura en la fachada que se asemeja a la piel de un armadillo y varía la profundidad de la parte sobresaliente de plantas a lo largo de los lados curvos.
A fin de mantener la integridad de una cáscara de cristal, se reduce al mínimo el número de elementos metálicos visibles al exterior. Se prestó especial atención a los elementos de la esquina del acristalamiento. Para lograr la pureza de la percepción de la superficie vítrea, se introdujo, en la esquina, una hoja de vidrio única con estructura de metal al interior.
El toque final en la envolvente de vidrio del complejo fue completar el piso técnico superior con las mismas placas de vidrio instaladas como tablero e ajedrez. Coronan el edificio creando una línea inestable entre el cielo, que se refleja en la fachada inclinada, y su verdadera bóveda.
La transformación de los edificios se refleja en el interior del edificio. Era necesario cambiar el esquema de diseño tradicional para edificios de oficinas modernos que incluye una escalera central que soporta la carga con ascensores, una fila de columnas a lo largo del perímetro, y losas sólidas sin vigas instaladas en un mismo eje.
En lugares donde cambia el perímetro, las columnas van hacia adelante o hacia atrás (con un movimiento máximo de 180 mm), por lo que se conserva suficiente espacio entre ellas y las venanas para mantener la capacidad portante y mantener la planta abierta. Los voladizos en las esquinas no superan los 4 metros.
La calidad escultural de la composición volumétrica y espacial se logra debido a la deformación de triple forma: curvatura de los lados trapezoidales en el plano, los cambios en la anchura de sus extremos, y el acabado escalonado de la fachada. Un espectador de pie en el suelo y mirando el complejo apenas puede definir una constante vertical y reconstruir un sistema de deformaciones de perspectiva.
